Por eso, si tienes un proyecto grande y tienes pasta para pagar lo que vale, este no es tu sitio.
En este mundo hay muchos tipos de clientes y mi favorito es aquel que lleva a cabo su pequeño proyecto con gran entusiasmo. O aquel que viene perdido con un presupuesto desorbitado donde sobran la mitad de las cosas.
Si te sientes identificado, sigue leyendo.
Solo trabajo con gente como tú: tienes un negocio humilde y no puedes invertir mucho dinero en tu proyecto. Además, no sabes cómo funciona el mundo del diseño y te da miedo que te cobren más de la cuenta. No te preocupes, yo me sentiría igual. Dime qué necesitas y lo hablamos.